lunes, 7 de marzo de 2011

2ª CATEQUESIS PREPARATORIA

Por problemas informáticos no hemos podido subir antes la segunda catequesis preparatoria de las JMJ.
Aquí la teneis:

CATEQUESIS 2




Parece que nos vemos obligados a ser felices en Navidad, las calles se llenan de luces y de gente, todos se saludan se sonríen y se desean todo lo mejor, los informativos parecen llenarse de noticias que nos hacen creer que el mundo ha cambiado: la lotería, fiestas alrededor del mundo, niños que juegan felices con sus regalos….pasando todo lo malo a un segundo plano. Todo pasa al olvido hasta ese 7 de enero en el que la cruda realidad nos absorbe, volvemos a hablar de la crisis, de las guerras y lo que cuesta la cuesta de Enero. Parece que esa alegría ha sido solo un espejismo y quizás la pregunta seria el por qué solo se puede ser feliz en Navidad.



Quizás todo dependa del prisma desde donde lo veamos, nos dejamos llevar quizás en demasía por la corriente de masa, ``haz lo que hacen los demás y no pienses, gasta compra y divierte porque ya llegará el día 7 con todas sus consecuencias. Como personas no nos podemos alejar de todo esto, las reuniones familiares, el reencuentro con viejos amigos y los buenos momentos son necesarios para todos pero no sólo podemos quedarnos es esto, como cristianos estamos llamados a descubrir más allá, no aspirar a todo lo terrenal si no a ansiar lo celestial también. Durante lo días de Navidad rememoramos la primera venida de Cristo en la sencillez de un pesebre. Quizás estamos muy habituados a contemplar las figuras de un pesebre, acostumbrados a ver el MISTERIO de la encarnación de Cristo.



Mirando un poco atentamente a todos estos personajes, podemos descubrir pinceladas que nos ayuden a ver este tiempo de otro modo.



LOS PASTORES.



Hace dos mil años, los pastores precisamente no eran lo mejor mirado de la sociedad, tenían fama de mentirosos y ``timadores ´´, y fueron los primeros en recibir la noticia de que el mismo Dios, Jesucristo, se había hecho hombre (Cristo salió al encuentro de aquellos que lo necesitaban, no fue a los sabios del templo o lo poderosos de la sociedad). Los pastores fueron a prisa al portal y encontraron todo ``como le habían dicho. Representamos a los pastores cargados de objeto, cestas de frutas animales y demás regalos, lo único que sabemos de estos pastores es que dormían a la intemperie cuando los ángeles le dieron la noticia, no es lógico pensar que esos pastores tuvieran grandes fortunas o presentes para ofrecer pero acudieron a la llamada, no regalaron por regalar, si no porque Ese Niño había venido sin nada (solidaridad) (: aunque tendemos ha hacer las cosas mal, cuando nos lo proponemos, podemos hacerlo pero que muy bien )



LOS TRES REYES MAGOS.



Que ni eran tres, ni eran reyes, ni ``magos ´´ que sacaran conejos de la chistera o fueran capaces de llenar de regalos todas las casas de un país en una noche. Sabios que contemplaban el cielo, que aguardaban el nacimiento del Mesías, gente que no pertenecía al pueblo de Israel pero que aun así, esperaban a su salvador (Cristo vino a salvarnos a todos, no aun pueblo todo consiste en esperar el momento para que Jesús nos muestre su ``estrella ´´) En cuanto al número de magos podemos hablar de 3, 8 o hasta 12, fijándose en 3 mas por el numero de regalos (oro por ser rey, incienso por ser Dios y mirra por ser hombre).



El BUEY Y LA MULA.



En ningún Evangelio nos dice que estos dos simpáticos animales rondaran por el pesebre, aunque siendo un pesebre, un establo, no seria raro que anduvieran por allí. De María y José no podrían ser porque ya solo la presencia de estos animales podría haber servido como aval para entrar en la posada. Su ubicación es más simbólica que real.

``Conoce el buey a su dueño y el asno el pesebre de su amo pero Israel no entiende, no tiene conocimiento ´´ (Is 1,3)

``El buey y el asno no son simples productos de la fantasía; se han convertido, por la fe de la iglesia, en la unidad del antiguo y nuevo testamento, en los acompañantes del acontecimiento navideño. Los padres de la iglesia vieron en esas palabras una profecía que apuntaba al nuevo pueblo de Dios, a la iglesia de los judíos y de los cristianos. Normalmente estos animales se postran y se inclinan ante el misterio del Niño como si entendieran y estuvieran adorando. Pero esto era lógico, puesto que ambos animales eran como los símbolos proféticos tras los cuales se oculta el misterio de la iglesia, nuestro misterio, puesto que nosotros somos buey y asno frente a lo eterno, buey y asnos cuyos ojos se abren en la nochebuena de forma que, en el pesebre, reconocen a su Señor.´´ (JOSEPH RATZINGER).



EL PESEBRE.



Como Hermandad, tenemos por devoción a Cristo Despojado, y no sólo lo despojaron en el calvario antes de crucificarlo si no que El mismo se despojó de su categoría de Dios para hacerse uno de nosotros, no busco una casa cómoda o un lugar lujoso donde nacer, lo hizo en el lugar donde comen los animales para que desde un principio quedara claro que su intención era la de servir, la de buscar al hombre desde abajo, no que el hombre fuera a su busca por su poder o influencia (¿ estamos dispuestos a ``encontrarnos con Cristo?).

``En el niño Jesús se hace patente, más que en ninguna otra parte, la indefensión del amor de Dios: Dios viene sin armas, porque no pretende asaltar desde fuera, sino conquistar desde dentro y transformar a partir de dentro. Si algo puede desarmar y vencer a los hombres, su vanidad, su sentido de poder o su violencia, así como su codicia, eso es la impotencia de un niño. Dios eligió esa impotencia para vencernos y para hacernos entrar dentro de nosotros mismos.´´

El amor no impone. Quien ama invita al amado a responder, espera su sí como el don más precioso. Contemplando el misterio de la Encarnación, podemos reconocer que Dios llama discretamente a nuestra puerta, pide la ayuda de la libertad del hombre - la libertad inocente de María, la Inmaculada - para poder entregarse a él y amarle.

La condescendencia del amor de Dios llega hasta solicitar la colaboración de su criatura en la obra de la salvación. Por ello contemplando el misterio de la Encarnación a través del sí de la Virgen, podemos aprender la verdad y el valor de la libertad. Es, ante todo, la capacidad de decir sí, de adherirse al designio de amor de Dios. Y el hombre es el único ser de la creación que puede decir sí a su Creador, que puede ser un verdadero interlocutor, que puede libremente amarle. En la vida de la comunidad cristiana, el hombre aprende permanentemente el significado y el valor de la libertad.

(JOSEPH RATZINGER).



Esta y no otra, deben ser la causa de nuestra celebración teniendola presente no solo hasta el dia 7 de Enero sino cada una de nuestros dias en los que tambien esperamos la venida de Cristo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario