martes, 15 de noviembre de 2011

el recuerdo de Juan Luis.

Después de mucho tiempo e intentar asimilar todo lo que paso aquellos días os intentare contar de la mejor forma posible, aquellos días inolvidables.




Que decir que no se haya dicho ya, es difícil de expresar todas las emociones y momentos vividos esos días, empezando por la llegada de Granada a nuestra casa, la cual todos estábamos deseando de que llegara para poder contemplar ese pedazo de misterio y poder conocer a su gente, que difícil fue cuando llegó y por motivos ajenos, yo no podía estar para poder ayudar a desembarcar ese paso del camión, pero en cuanto el trabajo me dejo tiempo me fui para allá y que sorpresa me lleve cuando el paso estaba casi montando a falta de los respiraderos, que maravilla acababa de entrar en nuestra casa, después la gente, que estaban completamente ilusionada y no es para menos, cuando se cerro la iglesia a volver al trabajo y a subir al señor, que decir de ese momento, los pelos de punta, rezando todo lo que sabíamos, todos juntos, y al fin, el Señor estaba en su paso, pero todavía faltaba la Magdalena mientras que la terminaban de cambiar aprovechamos a echarnos unos cigarritos en el atrio y así poder conocer un poco mas a esa gente maravillosa, y llego el momento de subirla, se hizo tal silencio que daba hasta miedo respirar, pero se subió, un día duro de trabajo terminado con buen fin.

Al día siguiente todavía quedaba mucho curro, montando el besamanos y terminando de montar el paso, en fin que voy a contar de esos momentos unos días de mucho trabajo, de mucha ilusión y sobretodo de hacer hermandad.

Al fin llego la otra hermandad que estábamos esperando, la Verónica, que mala impresión nos llevamos cuando no se dejaban ayudar y encima llegaron avasallando, en fin lo achacare a los nervios, que gran paso había llegado también a nuestra casa, hasta tenia aire acondicionado debajo para los costaleros, que gran invento, en fin no puedo hablar mucho de Jerez porque ni se dejaron conocer ni tampoco hicimos mucho intentos para ello.

Solo faltaba un paso y al fin llego Úbeda, ya estábamos todos, haciendo vida hermandad, cada uno como buenamente pudo.

Se acerca la hora del Vía Crucis, y muchos nervios se desataron antes de la salida, menudo día, sin poder descansar por los nervios llega la hora de acercarse a la colegiata y allí estaban todos esperando, después de saludar a todo el mundo y desearle un buen traslado a todas las hermandades me pongo a hacerme la ropa y vuelvo a entrar a la colegiata. Cual fue mi sorpresa cuando estaba perdido en mis pensamientos delante del paso del Gran Poder cuando se me acercaron los chicos de Granada para desearme un buen traslado, la emoción no se podía contener. Y por fin llego la hora, empezamos a salir por el orden que estaba establecido, había bastante gente en la calle para ser la hora que era, cuando llegamos a la calle Duque de Rivas yo estaba fuera y decidí acercarme a la puerta de la iglesia para poder ver salir a todas las hermandades que habíamos acogido, solo pude ver a Úbeda porque íbamos todos muy lentos pero no me importó porque sabia que las podía ver mas tarde.

Muchos momentos se vivieron diferentes en este traslado, seguramente porque en Semana Santa no pudimos salir. Que estampa tan bonita bajar por la calle Alcalá salir del paso y poder recorrer unos metros atrás, allí estaban casi todas las que iban a participar en el Vía Crucis, León, Sevilla, Medinaceli, Málaga, etc...

Y por fin llegamos a Cibeles con paron incluido para poder dejar pasar a la Cena, menuda estampa mirar hacia la Calle Alcalá hacia arriba y verla llena de pasos, que maravilla, el sueño de todo cofrade en su ciudad, ya podría ser así todos los años.

En fin parecía que estaba mas cerca la V estación pero a mi se me hizo eterna, creo que era porque debajo del paso iba mirando todas las estaciones que pasábamos, pero bueno llegamos.

Ahora a reponer un poco las fuerzas y a esperar a la llegada del Papa.

Y con la espera llegó la tarde y con ella la entrada a Colón; no había visto tanta gente en Madrid en mi vida y con la que estaba cayendo de calor, en fin llegamos a nuestra estación, saludamos a todo el mundo y me voy a ver los pasos que por la mañana no había podido ver. Y por fin llegue a la IX estación, allí estaban los chicos de Granada con los que tan bien nos habíamos llevado y con la Hermandad que sin querer habíamos formado, todos de los nervios con los preparativos de ultima hora y con el rapto de alguno de ellos para llevarles a donde estábamos nosotros, aunque subiendo y bajando la calle íbamos a estar casi todo el tiempo. Pero bueno después de tirarnos un poco en el césped e intentar descansar algo llego la hora; el Papa ya había llegado a Colon y con ello el Vía Crucis, momentos inolvidables como ver a la gente portando las antorchas, toda la gente unida con un mismo fin, y para mi el momento mas especial de todos cuando el paso de Gran Poder paso por delante del Despojado de Granada, en fin inexplicable. Y todavía quedaba toda la vuelta, que no la pude contemplar del todo porque María casi se cae, en fin cosas que pasan y normales con la calor que hacia, pero pudimos disfrutar de la entrada, con el Gran Poder entrando primero hasta el altar mayor, los de Úbeda entrando en la capilla de donde sale nuestra Virgen, los de Jerez entrando en la capilla del Santísimo y por fin los últimos pero para mi los mas espectaculares, el Despojado de Granada, esa levantá en la puerta de la Colegiata por la Hermandad del Gran Poder que levanto Jorge, ese paso cadencioso que llevaba el paso visto desde el pulpito de la iglesia hasta que se arrió y que forma de andar, y llego el final de la noche, pero todavía quedaba mucho trabajo por hacer.

Al día siguiente a desmontar los pasos, pero lo más emocionante fue cuando se puso el Despojado y la Magdalena en la capilla del Señor del Gran Poder, que momento más emotivo. Pero todavía quedaba desmontar los pasos y poner el cajón a Granada.

Y llego el gran momento después de todo lo vivido llegaba el momento de partir, pero no sin complicaciones para variar, poca gente un paso enorme y un camión muy pequeño jeje, pero después de mucho esfuerzo el paso subió al camión, y los chicos se marcharon, pero no se termino allí, al fin de semana siguiente hicieron una misa en honor a la JMJ y una procesión con su paso y como no la gente de Madrid tenia que estar allí, y allí estuvimos acogidos con los brazos abiertos y con el honor para algunos de podernos meter debajo de su paso, y que maravilla poder andar debajo del Señor, con esa cuadrilla de ratones cartujanos, que gozada, no tengo palabras para poder expresarlo. En fin ahora toca volver a la realidad, pero después de mucho pensar me quedo con una frase.

Como se puede retomar el rumbo de tu vida después de los momentos vividos, de la gente conocida y del cambio de perspectiva de la vida que nos ha hecho o por lo menos a mi la JMJ.

No tengo respuesta a eso pero intento llevarlo lo mejor posible aunque es difícil.

Solo puedo decir GRACIAS a todos aquellos que estuvieron conmigo en esos días que tanto me enseñaron lo que es una Hermandad, lo que es la ilusión y sobretodo lo que es la humildad. Gracias de todo corazón por dejaros conocer, y gracias por haber venido.



Un saludo. AHÍ QUEDÓ

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